Es petrolero, hermano de un subcampeón del mundo y sueña con la Selección
Desde la Patagonia, y en un deporte que es auge fuera del AMBA, este protagonista sueña con representar a la Argentina, como sucedió en su familia con uno en el fútbol y el otro, que casi juega en la NBA y lo hizo en básquet. Una historia donde los sueños son pintados "celestes y blanco".

Desde la provincia del Chubut y con una disciplina que crece en las provincias argentina, en sus cuatro puntos cardinales, el protagonista de esta historia espera para probarse la ropa de la Selección Argentina tal como lo hicieron sus hermanos en el fútbol y el básquet nacional.
Se trata de Marcos Romero y es jugador de Newcom, el deporte que, si bien hoy es furor entre los adultos mayores, también comenzó como iniciación del vóley.

Romero, jugador de Malvinas Argentinas Newcom de Comodoro Rivadavia, es el mayor de cuatro hermanos: todos practicaron deportes a lo largo de su vida. Dos de ellos trascendieron las fronteras de la práctica libre y llegaron a ser profesionales: Sergio, “Chiquito” y Diego, “El Negro”.
El arquero de Boca Juniors, con récord de apariciones en el arco del seleccionado nacional de fútbol, con 96, y Diego, que estuvo cerca de la NBA como graduado de la Universidad de Florida State en la NCAA en Estados Unidos y que jugó en Liga Nacional de Básquet, son los jugadores que vistieron la casaca del seleccionado nacional en sus disciplinas.

Marcos Romero, de 52 años y 1.91 de estatura, es uno de los atacantes de su equipo y subcampeón Sudamericano con Deportivo Madryn en 2023, fue citado por la Federación de Vóley Argentina para un pre seleccionado.
La convocatoria fue para entrenar con el equipo nacional de su categoría, +50, del 20 al 22 de junio, en la ciudad rionegrina de Viedma y para que se ponga a las órdenes del cuerpo técnico nacional con miras al Sudamericano de Newcom, que se jugará en la ciudad de Rocha en Uruguay.
HISTORIA CON EL DEPORTE
Trabajador petrolero, hoy su función es recorrer las áreas donde se trabaja con el “oro negro” en la zona de Comodoro Rivadavia, donde el frío, el viento y las diferentes inclemencias climáticas son parte de la dura actividad.
Los inicios en el deporte para Marcos Romero se remontan a mediados de la década del ‘80 y principios de los ’90, en la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen. El vóley de oro de Brasil, con una generación de inolvidable en la que fue subcampeona olímpica en Los Ángeles 1984 y subcampeona mundial en 1982 en la rama masculina.
Al costado de la frontera, sobre suelo argentino quedaba en la historia la “Generación del 1982” -dirigida por el surcoreano Young Wan Sohn- y que se consagraron en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 con la obtención del bronce olímpico como dos hechos que impactaron en el joven nacido en la chubutense localidad de General José de San Martín y mudado al litoral con su papá Ramón (parte de Gendarmería Nacional) y su madre Betty, en tiempos de adolescencia y juventud.
Marcos era flaco y espigado, y poco a poco fue adoptando al vóley como disciplina favorita, aunque lo era el deporte en general. La televisión en algunos hogares del pueblo y las señales brasileñas como "O Globo" o "Bandeirantes", donde las proezas del San Pablo de Telé Santana en el fútbol y Diego Maradona con Argentina subcampeona del mundo en Italia vienen a la memoria de esos días. Era un vivir del deporte en general.
En el pueblo, de un lado Dionisio Cerqueira, pequeña localidad del estado brasileño de Santa Catarina, y del otro, el límite con la misionera localidad de Bernardo de Irigoyen, donde Romero, junto a su hermano que sigue, Oscar, ya veían crecer a Diego Leonardo y a un pequeño Sergio Germán -estos dos últimos, deportistas profesionales- nacidos en la tierra colorada.

Mientras transita la temporada casi invernal en la ciudad de Comodoro Rivadavia, como parte de la actividad petrolera, Romero busca emular a sus hermanos y, por modo propio, seguir adelante con ese fuego sagrado de los amantes del deporte, donde no importa la edad y sí divertirse, competir y compartir. No importaba el tiempo, pero sí el momento entre lo lúdico y la integración como motor. Y qué mejor que representando al país.
NEWCOM, EL DEPORTE QUE MANTIENE LA LLAME ENCENDIDA
El Newcom es una versión adaptada del vóley tradicional, pensada especialmente para adultos mayores, aunque también se lo piensa para iniciación en dicha disciplinas.
En lugar de golpear la pelota, se la atrapa y se la lanza, lo que lo vuelve más accesible y seguro, pero sin perder la esencia competitiva y recreativa del deporte original.
Este deporte nació como una herramienta de inclusión y salud y creció silenciosamente en el páís, donde busca convertirse en una verdadera pasión en todo el país.
Hoy, miles de adultos mayores en provincias como Córdoba, Chubut, Mendoza, Tucumán, San Juan y Entre Ríos compiten en torneos provinciales, regionales y nacionales, con sueños de seguir viviendo el deporte como en otras épocas.
El auge del Newcom es tal que cada año se suman más equipos, jugadores y más eventos, impulsado origiginalmente por lo que fueron los Juegos Evita, las ligas provinciales y un fuerte compromiso de los municipios y secretarías de deportes.
Lejos de ser una moda, el Newcom es hoy una bandera de envejecimiento activo, socialización y vida plena, y Argentina es uno de los países referentes en Latinoamérica.
Diego Romero: "Marcos se tomó en serio el Newcom y como todo un profesional"
El basquetbolista, que surgió en Gimnasia y Esgrima de Comodoro y de paso pro los seleccionados argentinos de básquet, dialogó con DEPORTV y analizó las cualidades de su hermano, que irá por el sueño de representar a la Argentina en Newcom: "Es muy talentoso en los deportes", sentenció.
El basquetbolista misionero Diego Romero, se refirió a la chance que tendrá su hermano como parte del seleccionado de Newcom de mayores de 50 años, donde buscará ser parte del equipo nacional en el Sudamericano de Roche, en Uruguay.
Para el graduado en la Universidad de Florida State de la NCAA y campeón con Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia en la Liga Nacional de Básquet temporada 2005/06, aseguró en diálogo con DEPORTV que el hermano mayor “siempre tuvo facilidad para jugar diferentes deportes”.

“Tenía mucho talento para jugar al Vóley. Tenía altura, la velocidad, el salto vertical era muy bueno, la fuerza, pero bueno, allá en Bernardo de Irigoyen no estaba tan desarrollado el tema del deporte como para desenvolverse”, dijo. Y agregó: "Pero sobre todo sabía jugarlo y podía hacerlo tanto de atacante como de armador, así que, con su más de un metro noventa, era muy peligroso", acerca de los tiempos de la estancia de la familia en Misiones.
Marcos Romero llegó a Comodoro Rivadavia a mediados de los años 90 y jugó al vóley en la Fuerza Aérea, para luego despuntar el vicio con su otro hermano, Oscar, y los dos restantes a disputar torneos libres con sus amigos de la “La Banda de Frodos”, donde hoy, en asados y cenas, rememoran partidos y un sinfín de anécdotas con el deportes y proezas de juventud imborrables.

También este padre, esposo y padre de dos hijos, jugó como arquero en el fútbol de veteranos de la liga de Comodoro.
"Mi hermano en el fútbol jugaba bien, era más bien un central de esos rústicos de vieja escuela, con firmeza, duro atrás, y donde si pasaba la pelota, no lo hacía el hombre. Lo hacía bien y por un tema de mezcla de deportes, tenía capacidad de salto. Y por el vóley, hacía muchos goles cabeza en los tiros libres y tiros de esquina", confesó.
EL DESAFÍO DEL NEWCOM Y EL ORGULLO DE LA "CELESTE Y BLANCA"
Diego, sobre la labor de su hermano Marcos, que con la dureza del trabajo como petrolero y lo duro de su actividad, valora la chance de la práctica deportiva, pero con el profesionalismo que le tocó aprender.

"Desde que empezó a jugar Newcom se le nota que lo toma con seriedad y profesionalismo. El punto es que está yendo a entrenar los cinco días de la semana", valoró.
"Esto es como todo, si te lo vas a tomar seriamente y de manera profesional y siempre la pauta es llevarlo lo más lejos posible. Por eso no sorprende para nada que haya llegado a una preselección argentina", agregó.
El basquetbolista, que juega en Náutico Rada Tilly en Chubut, lo vio en acción a su hermano y reconoció el diferencial que saca como atacante.
"Lo vi hacer cosas que por ahí los otros lanzadores no hacen, y es donde marca un poco la diferencia. No solo por la altura, sino porque sabe que es un juego táctico y donde es mejor ser rápido de la cabeza que de las piernas. En eso se nota que Marcos saca la diferencia", concluyó.