El 2025 del futsal: el año histórico de la Selección femenina
El 2025 quedará marcado como un año bisagra para el futsal argentino por la participación de la Selección femenina en la primera edición del Mundial de la disciplina organizado por la FIFA, que concluyó con un valioso cuarto puesto y significó un reconocimiento largamente esperado para el crecimiento sostenido del deporte.

Luego de años de reclamos y postergaciones, la realización del Mundial femenino en Filipinas representó un paso clave para una disciplina que recién este año tuvo su estreno en la máxima cita internacional, mientras el futsal masculino ya había disputado en 2024 su décima Copa del Mundo y mantiene su anhelo de ser olímpico en un futuro cercano.
El camino de la Selección hacia ese histórico torneo comenzó en marzo, en Brasil, durante la novena edición de la Conmebol Copa América. El equipo dirigido por Nicolás Noriega llegó a la competencia con una base consolidada, tras haber sido finalista en las ediciones de 2019 y 2023, ambas conquistadas por Brasil, la principal potencia continental y mundial.
Argentina superó la fase de grupos de manera invicta y accedió a las instancias decisivas, donde el triunfo ante Paraguay en semifinales le aseguró el pasaje al Mundial y uno de los tres cupos disponibles para Sudamérica, cumpliendo el objetivo central de la temporada.

La final volvió a tener a Brasil como rival y campeón, aunque el resultado quedó en un segundo plano frente a la clasificación mundialista, principal meta de un proceso que venía construyéndose desde que asumió Noriega en 2017.
Tras varios meses de preparación, que incluyeron la sensible baja por lesión de Sofía “Tana” Florentín, una de las referentes del ciclo, la Selección arribó a Filipinas con la expectativa de representar a distintas generaciones de jugadoras que impulsaron la llegada del primer Mundial.

En la fase de grupos, Argentina mostró solidez y efectividad, avanzó con autoridad a los cuartos de final y, tras eliminar a Colombia, se metió entre los cuatro mejores equipos del torneo ganando todos sus partidos.
El recorrido se detuvo en semifinales frente a Portugal y luego en el partido por el tercer puesto ante España, con lógicas derrotas ante potencias que sellaron un significativo cuarto lugar.

Más allá del desenlace, la actuación en Filipinas consolidó al 2025 como un año fundacional para el futsal femenino nacional y dejó planteado el desafío hacia adelante: sostener ese cuarto puesto en el ranking FIFA y continuar el proceso para reducir la brecha con las principales potencias, como Brasil, España y Portugal.

Para sostener ese crecimiento a nivel Selección, el desarrollo de las ligas locales aparece como un eje central. En el plano femenino, la competencia organizada por la AFA continuó su expansión con tres divisiones y con el crecimiento de clubes como All Boys, protagonista a nivel local e internacional.

En el futsal masculino, los torneos locales avanzaron hacia una mayor profesionalización competitiva, aunque todavía lejos de las potencias en términos de recursos. En ese contexto, 17 de Agosto se consagró bicampeón y Boca Juniors recuperó presencia internacional al quedarse con el cupo para la Copa Libertadores.

La Selección de Matías Lucuix transitó un año de renovación tras el subcampeonato mundial de 2024 (se retiró el capitán Pablo Taborda) con resultados positivos y la Copa América 2026 como próximo objetivo.






