El River de Gallardo es líder del Grupo E del Mundial de Clubes al vencer en el debut al Urawa japonés

El River de Gallardo apeló a la efectividad y la contundencia ofensiva para resolver un partido complejo ante el Urawa Reds Diamonds, convirtiendo goles en los momentos exactos del partido cuando más lo necesitaba, para encontrar tranquilidad en el debut del Mundial de Clubes al ganar por 3-1 con los goles de Facundo Colidio, Sebastián Driussi, que en esa acción sufrió un severo esguince de tobillo izquierdo, y el ingresado Maximiliano Meza.

En el arranque del partido, River se hizo protagonista tal como lo pidió Marcelo Gallardo y a los 10 minutos Sebastián Driussi armó una jugada individual con un disparo desde el borde del área que reventó el palo, y un par de minutos después un centro de Marcos Acuña encontró a Facundo Colidio, que de cabeza movió la red para que el debut tenga un inicio ganador.

El primer tiempo se fue yendo para el lado de los merecimientos japoneses que en cada pérdida de River iba directo hacia los centrales “millonarios”, Germán Pezzella y Lucas Martínez Quarta,  con más decisión que ideas claras o virtudes ofensivas. 

De todos modos, con esas limitaciones y todo consiguieron enfriar el buen inicio del equipo de Gallardo y mandarlo al entretiempo con un triunfo pero con dudas en cuanto al nivel de juego del equipo.   

Para el segundo tiempo Gallardo retocó la formación con los ingresos de Giuliano Galoppo y Meza en lugar de Enzo Pérez e Ignacio Fernández, en una clara muestra de disconformismo, mientras que el Urawa mantuvo la formación inicial e incluso con el sistema 4-4-2 consiguió emparejar a River. 

Los problemas de River los empezó a solucionar a los pocos minutos del juego el capitán del Urawa, el noruego Marius Hoibraten, que dio un pase atrás con la cabeza y Driussi se adelantó para aprovechar el favor y meter el segundo gol. 

El costo de ese tanto fue muy alto para Driussi porque al caer sufrió un severo esguince de tobillo izquierdo que lo marginará del resto del Mundial. La imagen del delantero, que no pudo festejar su tanto, retirándose de la cancha del estadio Lumen Field, de Seattle, a “babuchas” del hombre de seguridad riverplatense Diego Moreno, apodado “La Roca”, hablaba por sí sola. Su lugar lo ocupó el colombiano Miguel Borja.   

El Pity Gonzalo Martínez que ingresó en el segundo tiempo se convirtió en el primer jugador de River en jugar en tres mundiales de clubes, los mismo que Gallardo como técnico. 

Pero la alegría del segundo gol le duró poco a River porque en una jugada aislada de ataque, Acuña se llevó puesto a Takuro Kaneko, sancionaron penal y Yusuke Matsuo descontó con una ejecución de mucha categoría, que metió al equipo japonés nuevamente en partido cuando parecía que River iba a tener el juego a su disposición.

Cuando las cosas se complicaban y River jugaba mal, otra vez la pegada de Acuña y un gol de cabeza de “Maxi” Meza le devolvió un poco de paz a Gallardo, que respiró por el rendimiento de su equipo, que tuvo efectivdad y contundencia pero estuvo lejos de un nivel de fútbol que identifique al sello del “Muñeco”. 

La igualdad que en el último turno se registró en Los Ángeles entre Inter, de Milán, y Monterrey, de México, le permitirá a River, en caso de vencer a los mexicanos el próximo sábado en Los Ángeles, ya estar clasificado para los octavos de final,