Cambio de época: una temporada sin títulos para los grandes en el fútbol argentino
Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo vieron de lejos las celebraciones de clubes de menor magnitud como Talleres, Platense, Vélez, Independiente Rivadavia, Rosario Central y Estudiantes.
Se terminó un año en el que ninguno de los denominados cinco grandes pudo consagrarse en el fútbol argentino. De los tantos títulos que otorgó la AFA en este 2025, ni uno de los cinco pudo alzarse con un trofeo en el plano local, a diferencia de las gestas, algunas históricas, como las de Talleres, Platense, Vélez, Independiente Rivadavia, Rosario Central y Estudiantes de La Plata.
Talleres dejó a River sin estrella
El primero que festejó este año fue el Tallarín cordobés, que celebró la Supercopa Internacional 2023 en Asunción, Paraguay, tras vencer nada menos que al Millonario de Marcelo Gallardo en la final, en la tanda de penales.
Después de una igualdad sin goles a lo largo de 90 minutos que parecieron largas horas, Talleres y River definieron al primer campeón de 2025 en los tiros desde los doce pasos. Allí, su arquero Guido Herrera se destacó, Gastón Benavídez definió la serie y los cordobeses festejaron el primer título nacional de su historia.
El Calamar pinchó el Globo
Aquel primer semestre del año se grabó de manera indeleble en el corazón de todos los hinchas de Platense. En el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero, le ganó 1-0 a Huracán en la final del Torneo Apertura con un golazo de una de sus figuras, Guido Mainero, y se bordó la primera estrella de su historia.
No solo ese partido ante los quemeros será inolvidable, sino el recorrido para llegar a esa instancia. El equipo de, por entonces, la dupla conformada por Favio Orsi y Sergio Gómez, eliminó a tres grandes antes de llegar a la gran final: en octavos sacó a Racing en el Cilindro de Avellaneda, más tarde borró a River en el Monumental por penales y en la semifinal eliminó a San Lorenzo en el Bajo Flores.
Con figuras claves como su arquero Juan Pablo Cozzani, su capitán Ignacio Vázquez en la zaga central, Leonel Picco como un relojito en el mediocampo, y una delantera voraz con el propio Mainero, el goleador paraguayo Ronaldo Martínez y el talentoso Vicente Taborda, ese que surgió de Boca Predio y encontró en Vicente López su hogar.
Vélez tuvo premio doble
La llegada de los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto le cambiaron la cara a un equipo desconocido tras apenas ocho partidos de Sebastián Domínguez como entrenador. Los de Liniers tuvieron un alarmante comienzo de año, pero cambiaron a tiempo y en julio, en el estadio de Independiente, celebraron la Supercopa Internacional 2024 ante Estudiantes, un verdugo del Fortín en 2024, cuando lo venció en las finales de la Copa de la Liga y el Trofeo de Campeones.
Pero el calendario, y el ya mencionado formato, le pusieron en el camino otra alegría a Vélez. Se enfrentó en el Gigante de Arroyito a Central Córdoba, otro que le había arrebatado un título, en aquel caso la Copa Argentina del año pasado. Con un cómodo 2-0 en Rosario, los de Barros Schelotto conquistaron la Supercopa Argentina, la segunda estrella del año, y se convirtieron en uno de los dos campeones por duplicado en el fútbol argentino.
En Cuyo sonrió la Lepra: el Tomba y el Santo descendieron
Probablemente el club que más festejó sobre el final del año fue Independiente Rivadavia de Mendoza. No solo cosechó la Copa Argentina, que significó también su primer título en la historia, sino que vio como dos de sus vecinos, Godoy Cruz y San Martín de San Juan, perdieron la categoría y bajaron a la segunda división del fútbol argentino.
La Lepra fue a la guerra en el estadio de Instituto, en Alta Córdoba. Si bien tomó una buena ventaja de 2-0 ante Argentinos Juniors, se quedó con dos hombres menos en los minutos finales y sufrió el empate de los de La Paternal, que estiró la definición a los penales. Aun así, su golero Ezequiel Centurión se hizo gigante y fue figura para que los mendocinos, con el colombiano Sebastián Villa como estandarte y capitán, tuvieron la alegría más grande de su historia.
El Canalla festejó un título en un escritorio
Sin lugar a dudas, el campeonato que más rechazo generó en el común de los futboleros fue el que ganó Rosario Central. No porque no lo haya merecido, sino por lo burdo de su consagración: un jueves a la mañana, el presidente Gonzalo Belloso, el técnico Ariel Holan, el arquero Jorge Broun y el ídolo Ángel Di María salieron de las oficinas de la Liga Profesional, en Puerto Madero, con una copa que lo calificó como el “Campeón de Liga 2025”.
Lo que generó la indignación en los hinchas de casi todos los otros clubes del país fueron las formas. Porque el equipo de Holan fue, quizás, el mejor del año. El más regular. El trofeo fue entregado por haber sido el líder de la tabla anual, donde con 66 puntos acabó en lo más alto por encima de su inmediato perseguidor Boca Juniors. Además, fue el puntero en su zona tanto en el Apertura como en el Clausura, aunque no llegó a instancias finales.
Estudiantes relució su mística a fin de año
Este sí que fue un campeón contra viento y marea. Con ciertas similitudes de aquella consagración de Talleres en Paraguay, el Pincha se sumergió de lleno en una disputa política con su presidente, Juan Sebastián Verón, a la cabeza en la lucha contra dirigentes de alto rango de la AFA como el mandamás, el “Chiqui” Tapia, y el Tesorero y Secretario Ejecutivo de la presidencia, Pablo Toviggino.
A pesar de haber entrado a los playoff por la ventana, el equipo de Eduardo Domínguez se hizo fuerte en Rosario días después del polémico título otorgado a Central y le ganó; fue a la tierra del propio Toviggino y eliminó a Central Córdoba en Santiago del Estero; venció a su clásico Gimnasia como visitante en la semifinal; y por penales se quedó con el Clausura nada menos que ante Racing, en lo que fue su tercer título obtenido en el Madre de Ciudades en solo un año y medio.
Y solo una semana después de esa batalla ante la Academia, tuvo una nueva disputa ante Platense en busca del Trofeo de Campeones, que ya había ganado el año pasado. Comenzó en desventaja en el inicio del complemento, pero se recompuso con carácter y personalidad para darlo vuelta y despedir el 2025 otra vez con dos estrellas. Suma 19 en su historia y quedó a uno de Vélez.
Racing y Lanús, felices en el exterior
Si bien no pudieron lograr un torneo local este año, la Academia y el Granate se jactan de haber sido los únicos campeones internacionales. En febrero, en Río de Janeiro y ante el mismísimo campeón de la Copa Libertadores, Botafogo, los de Gustavo Costas se adjudicaron la Recopa Sudamericana con un sólido 4-0 global (2-0 en cada partido) y fue el segundo título continental en el ciclo del técnico-ídolo de la institución.
Por su parte, Mauricio Pellegrino resurgió casi de las cenizas. Su periplo no era el más satisfactorio en cuanto a los resultados y nivel de juego, pero tuvo un importante envión anímico en septiembre, cuando eliminó nada menos que a Fluminense como visitante por los cuartos de final de la Copa Sudamericana. A partir de allí, sacó también a Universidad de Chile y, por penales, le ganó la final al Atlético Mineiro de Jorge Sampaoli. Así, se quedó con la segunda Sudamericana de su historia.
